Ser innovador Vs. Drones

Vamos con la pasta. Voy a dar idea de algunos precios, grosso modo, para que os hagáis una pequeña idea, aunque dejo en vuestras manos indagar más profunda y concretamente en lo que más os convenga.

Aunque siempre podemos encontrar diferencias, al precio de la licencia para poder desempeñar la actividad de piloto de drones, rondaría alrededor de los 1.500 euros. En lo que incluimos clases teóricas, clases prácticas y examen de ambas. Además de un examen médico. Yo, como operador de vuelo, os garantizo que sacarse la licencia no es difícil, siempre y cuando como en todo, le pongamos algo de empeño y estudiemos. Los conocimientos teóricos son similares al de un piloto de avioneta, aunque con menos temario y más light, y la práctica, pues… si has jugado a algún videojuego ya sabes manejarte (y ahí os proporciono generosamente un truco fácil para practicar en casa) y si no, en unas horas puedes obtener una práctica, aunque sea muy básica, a la que luego irás añadiendo soltura. Después todo, como le respondió un neoyorquino a un turista, “¿Cómo se llega al Carnegie Hall? Pues practicando…”, lo mismo para ser piloto de drones.

Alguna cifra más de gastos lo supone: el drone (DJI que por el momento lidera el mercado con sus Phantom y Mavic), más las baterías, la mochila y demás accesorios, así que vamos a tener que sumarle unos 1.500 euros más. Sed consciente que no es material para un hobbie, y al final lo barato sale caro. Hablo tanto en tiempo de duración del material como, en especial, en calidad de las imágenes obtenidas, la cual necesitamos que sea claramente alta. No escatiméis en esto pues a la larga compensa.

Bien ahora lo esperado, las recomendaciones. Pues la verdad es que pilotos de drones los hay a patadas, pero pilotos de drones con ojo fotográfico, ojo artístico, videógrafos que hagan buenas tomas aéreas o que sepan realizar planos con armonía no hay tantos. Eso es en lo que debemos centrarnos, en complementar nuestro trabajo con tomas aéreas, con planos cenitales desde las alturas y abrir nuestros ojos a imaginar, a contemplar en nuestra cabeza otros planos que ahora nos son posibles con las nuevas tecnologías, con la tecnología de drones. El poder captar imágines desde ángulos insospechados -y además mucho más numerosos- supone abrirte a un nuevo mundo, y desde luego no es sólo una moda pasajera.

Pilotar un drone es sencillo, porque evidentemente sólo de trata de manejar un mando con más o menos habilidad, pero saber hacia dónde dirigirlo es otra cosa. Realizar los movimientos correctos, dónde y en qué puntos concretos realizarlos para obtener un buen encuadre, es otra cosa. No tiene nada que ver con el manejo mecánico del aparato.

Y es ahí donde deberemos diferenciarnos, dónde poner nuestro esfuerzo.

Debemos apuntarnos al carro de todas las nuevas tecnologías que nos ayuden a realizar mejor nuestro trabajo, a todas aquellas que nos den un nuevo punto de vista. El piloto de drones consigue la novedad, la facilidad y la originalidad, así como, a la larga, una economía de medios. Son aspectos en absoluto desdeñables: otra perspectiva, otro enfoque, además de multiplicidad de ángulos y… un gran atractivo: a vista de pájaro¡¡¡